Esperanza - Una Palabra, Una Historia

Deseaba acudir a esa universidad. Deseaba que llegase ese momento. Pero nunca llegó. Decidí enviar solicitudes a todas las universidades de todo el mundo. Y día a día, iba recibiendo cartas de rechazo. Hasta que llegó a mi buzón, del correo electrónico, un e-mail de Greatest New York University (GNYU) diciendo que fuese a Nueva York para intentar pasar la ronda final de las admisiones de ese año, ya que dicha universidad es de artes escénicas. Prepara las maletas, y cogí el vuelo. Llegué y, fascinado, caminé hasta llegar a mi habitación en Hotel Marvelous, de 4 estrellas, aunque fuese bastante barato. Pasaron días y días hasta que lleguó el momento de lucirme, de enseñar lo que soy capaz de hacer. Tras una actuación musical, bastante ensayada, recibí el benedicto final. "No podemos estar más contentas por admitirte. ¡Enhorabuena!". Aquellas palabras me restauraron la alegrías, después de todas esas cartas de rechazo. Pero todo lo conseguí gracias a la esperanza. Porque sin ella muchos deseos no se cumplirían. Así que nunca te rindas, y digan lo que digan, mantén la esperanza.